TEARS FOR FEARS - THE SEEDS OF LOVE

$12.000

Sello: UMC – 4770690, Mercury – 4770690
Formato: CD, reedición, remasterizado
País: EUROPA
Edición: 2020
Género: Pop
Estilo: Synth pop, pop rock
ESTADO DEL PRODUCTO
DISCO NUEVO Y SELLADO

Estado: NUEVO
Detalles:
Sello: UMC – 4770690, Mercury – 4770690
Formato: CD, reedición, remasterizado
País: EUROPA
Edición: 2020
Género: Pop
Estilo: Synth pop, pop rock
ESTADO DEL PRODUCTO
DISCO NUEVO Y SELLADO

TRACKLIST

1

 

WOMAN IN CHAINS

6:31

2

 

BADMAN'S SONG

8:32

3

 

SOWING THE SEEDS OF LOVE

6:19

4

 

ADVICE FOR THE YOUNG AT HEART

4:50

5

 

STANDING ON THE CORNER OF THE THIRD WORLD

5:33

6

 

SWORDS AND KNIVES

6:12

7

 

YEAR OF THE KNIFE

7:08

8

 

FAMOUS LAST WORDS

4:26

Su nuevo trabajo sería compuesto totalmente por Roland Orzabal, líder, vocalista y compositor del grupo, junto a Nicky Holland dejando relegado en papeles menores al bajista y segunda voz Curt Smith y al tecladista Ian Stanley. Esto causaría molestias durante el proceso de grabación, pero también un gran empujón para finalizar los nuevos temas, los cuales contarían con invitados espectaculares y nuevas influencias dentro del sonido de la banda. Es así como nace en 1989, el tercer álbum de Tears for Fears, el algo más progresivo The Seeds of Love.

El disco parte con “Woman in Chains”, un tema que cuenta con la grandiosa voz de Oletta Adams, una cantante que Orzabal descubrió en un bar en Kansas City. El juego vocal es impresionante, además del marcado ritmo de batería llevado a cabo por un invitado de lujo, Phil Collins. Todo esto conlleva al progresivo “Badman’s Song”, el cual contiene un solo de piano en formato jazz, y con bellas secciones que recuerdan a cualquier tema de Elton John de mitad de los 70s, sobre todo en el conjunto de bronces que acompañan a los riffs. “Sowing the Seeds of Love” es el tema más reconocible dentro del álbum y la única en que Curt Smith participa en composición. No podemos dejar de acordarnos del ritmo de “I Am the Walrus” de The Beatles ya que la influencia es demasiado notoria, los solos son breves y precisos, mientras que la voz de Orzabal suena bien enfocada, aunque lo único molesto es el extenso e innecesario final que parece nunca llegar.

“Advice for the Young at Heart” es el único tema en que podemos oír la voz de Curt Smith. Esta es una relajante balada que suena con un poco más de naturalidad, recordándonos a los viejos tiempos de la banda, comparada a la producción de los otros temas del disco. “Standing on the Corner of the Third World” es una canción tocada en clave de jazz fusión, y posee una buena línea de bajo proporcionada por Curt junto una pulida percusión a cargo de Manu Katché, además de su extraño sonido sicodélico, mientras que “Sword and Knives” suena como un tema que bien pudo componer Pink Floyd en los años 90s, pero que se pierde por la exagerada producción que la vuelve algo melosa. 

Y con una ambientación de público de concierto, suenan los primeros acordes de “Year of the Knife”, una canción algo más rápida que las que contiene este álbum, que solo se ve arruinada por su parte media, debido a que la sobreproducción machaca un buen momento haciendo que suene incomodo a tus oídos, pero en general es un gran número. Y todo termina con “Famous Last Words” donde, al estilo de su tema “I Believe” del disco anterior, Orzabal canta acompañado de un piano, aunque recuerda también a las baladas de Martin L. Gore (lo cual puede deberse a que el productor del álbum, Dave Bascombe, había trabajado recientemente con Depeche Mode en su álbum Music for the Masses), pero es una gran elección para cerrar el ciclo de las semillas del amor.

El disco se lanzó luego de una cara grabación, pero trajo consecuencias dentro del seno de la banda. Ian Stanley abandonó Tears for Fears durante el proceso de producción, acusando diferencias musicales. Y luego de una extensa gira, Curt Smith, una de las voces reconocibles dentro del grupo se aleja para volver 10 años después, iniciando una etapa de caídas por parte de Roland Orzabal, quien siguió con la banda como un proyecto solista. Y a pesar de no superar la calidad compositiva de sus discos anteriores, The Seeds of Love pudo mantenerse en el tiempo como un álbum donde quedaba creatividad y buen material, transformando a una de las bandas más subvaloradas de la década de los 80s, en un gran grupo de rock atípico para su época.

Extraído de http://aquelquenuncaesescuchado.blogspot.com/2013/04/tears-for-fears-sowing-seeds-of-love.html